EL ARTE DE NO TIRAR NADA
ZERO WASTE
En España, la cocina de aprovechamiento es un legado de sabiduría popular.
Nacida en épocas de escasez, hoy es la clave contra el desperdicio alimentario, en España se tira 7,7 millones de toneladas de comida al año.
- La historia de platos icónicos como las migas o las sopas de ajo.
- 5 recetas creativas para transformar sobras en delicias.
- Técnicas de conservación, desde fermentar hasta congelar.
- Cómo aplicar el zero waste sin perder el sabor tradicional.
La historia de platos icónicos como las migas o las sopas de ajo.
La historia de las migas y las sopas de ajo: ¡De pura necesidad a manjares con solera!
Imagínate hace muchísimos años, en esos tiempos donde no había supermercados a la vuelta de la esquina ni neveras llenas hasta reventar. La gente del campo, como los pastores que andaban todo el día con sus rebaños, tenían que ser muy listos para no pasar hambre. Y ahí nacieron las migas pastoriles. ¡Qué plato más sencillo y a la vez tan lleno de historia! Con un poco de pan duro que ya no estaba para muchas alegrías, un chorrito de aceite de oliva que siempre había a mano, unos ajitos para darle sabor y, si había suerte, algún trozo de tocino, se montaban una comida calentita y nutritiva en medio del campo. Era la pura supervivencia hecha sabor.
Y no nos olvidemos de la olla podrida. ¡Qué nombre más curioso! Pero no te dejes engañar, que de «podrida» no tenía nada, más bien era una maravilla de aprovechamiento. Cuando se mataba el cerdo, o cuando sobraban trozos de otras carnes, en lugar de tirarlo, se metía todo en una olla grande con legumbres, que aguantaban mucho tiempo cocinándose a fuego lento. Así, durante días, esa olla daba de comer a toda la familia, ¡y cada día sabía un poquito diferente! Era la cocina de no tirar nada, donde cada ingrediente contaba.

La cocina de aprovechamiento: De las ollas populares a los fogones Michelin, ¡la astucia en la cocina no tiene fronteras!
Si avanzamos un poco en el tiempo, llegamos a una época más reciente, el siglo XX, marcado por la posguerra. ¡Ahí sí que la gente tenía que agudizar el ingenio en la cocina! No había abundancia, así que no se podía desperdiciar ni una migaja. Fue entonces cuando platos como las croquetas de restos se hicieron los reyes de las mesas. ¿Que sobraba un poco de carne de un guiso? ¡Pues se picaba, se mezclaba con una bechamel hecha con la leche que había y un poco de harina, se rebozaba y a freír! Una manera deliciosa de darle una segunda vida a lo que quedaba.
Y qué decir de las sopas de ajo. Con lo poquito que había en la despensa –pan duro, agua, unos ajos que siempre daban sabor y, si había suerte, un huevo para enriquecerla– se preparaba una cena humilde, pero que calentaba el cuerpo y el alma. ¡Cuántas familias se habrán nutrido con un plato tan sencillo y lleno de sabor! Era la demostración de que con pocos ingredientes y mucha maña se podía comer caliente y rico.
Fíjate qué curioso como esa filosofía de no desperdiciar nada, que nació de la necesidad, ha llegado hasta la alta cocina de hoy en día. ¿Quién iba a pensar que con las cabezas de gamba, que antes se tiraban, se podría hacer un caldo tan lleno de sabor y que se convertiría en un plato estrella? Pues él lo ha hecho. Es una manera de honrar esa tradición, de aprovecharlo todo, pero con una visión moderna y creativa.
Así que ya ves, la historia de estos platos es mucho más que una simple receta. Es la historia de cómo la gente se ha adaptado a las circunstancias, de cómo la necesidad agudiza el ingenio y de cómo, al final, lo que nace de la humildad puede llegar a ser un tesoro en nuestra gastronomía. ¡Y qué rico que está todo, por cierto! ¿No te parece?
Trucos de oro para que la comida no acabe en la basura, ¡aprovecha hasta la última miga!
A ver, seamos sinceros, a todos nos ha pasado: cocinamos con la mejor intención y al final siempre sobra algo. Pero ¡ojo!, que aquí no se tira nada. Con un poco de cabeza y estos truquitos que te voy a contar, vas a ver cómo le sacamos partido a todo y encima comemos de rechupete.
El primer mandamiento: ¡Cada cosa en su sitio!
Imagínate tu nevera como un equipo de fútbol: cada jugador tiene su posición. Pues con la comida igual. Si separas bien lo que son proteínas (carnes, pescados, huevos), de las verduras y de los hidratos de carbono (pasta, arroz, patatas), luego es mucho más fácil combinarlos con gracia. Así no te lías y se te ocurren ideas geniales para reaprovechar.
Segundo mandamiento, ¡la seguridad es lo primero!
Aquí no nos jugamos el tipo, ¿eh? Hay dos cosas importantísimas que tienes que tener clarísimas:
- ¡Ni se te ocurra guardar lo que lleva más de dos horas fuera de la nevera! Las bacterias son muy listas y en ese tiempo pueden campar a sus anchas. Más vale prevenir… ¡a la basura directamente!
- Congelar es un arte, ¡y tiene sus reglas! Si ves que no te vas a comer algo en un par de días, ¡al congelador de cabeza! Pero eso sí, en porciones individuales, en tápers que cierren bien o en bolsas especiales, y ¡poniéndole la fecha! Así luego no tienes que adivinar cuándo lo congelaste.
Tercer mandamiento: ¡La magia de la transformación!
Aquí está el quid de la cuestión. No se trata de recalentar lo mismo una y otra vez hasta que nos aburramos. ¡No! Se trata de ser creativos en la cocina. ¿Que sobró pollo asado? Pues en lugar de comerlo tal cual al día siguiente, ¡a transformarlo! Unos rellenos para unos canelones, unos tacos con aguacate, una ensalada fresquita… ¡la imaginación al poder! Así parece que estás comiendo algo nuevo y evitas el «ya me lo comí ayer».
Y para ser un auténtico crack del aprovechamiento, ¡aquí tienes tus herramientas secretas!
- Las bolsas de vacío: ¡Ojo a esto! Si tienes una de estas, es como tener un superpoder en la cocina. Sacan todo el aire y hacen que la comida te dure, ¡hasta el doble de tiempo! Ideal para guardar esas verduras que te sobran o esa carne que no vas a usar en el momento.
- Los tarros de cristal: ¡Un clásico que nunca falla! Son perfectos para guardar sobras en la nevera, pero también son una maravilla para hacer conservas caseras o para fermentar verduras. ¿Te imaginas unos pickles de zanahoria hechos por ti mismo? ¡Están deliciosos y duran un montón!
Así que ya ves, con un poco de organización, cuidado y creatividad, podemos convertir nuestra cocina en un centro de aprovechamiento total. ¡Y nuestro bolsillo y el planeta nos lo agradecerán! ¿A que ahora estas reglas parecen más sencillas y apetecibles? ¡Pues a ponerlas en práctica!
Técnicas de conservación ancestrales vs. tecnología moderna
La siguiente tabla es una joya, para tener en mente, o la puedes descargar gratis en pdf.
Método | Cómo funciona | Ejemplos |
---|---|---|
Salazón | Usa sal para inhibir bacterias | Mojo de cochino, Canarias |
Fermentación de berenjena | Bacterias beneficiosas acidifican el alimento | Encurtidos de berenjena |
Deshidratación-Secado | Elimina el agua del alimento, para evitar mohos | Bacalao, pescado seco |
Sous-vide bolsas | Cocina al vacío a baja temperatura | Verduras sobrantes en bolsas |
Errores comunes al reciclar comida y cómo evitarlos
Veamos un caso real con el cocido madrileño, que se reinventa hasta tres veces:
- Primer día: Cocido tradicional.
- Segundo día: Croquetas con restos.
- Tercer día: Sopa de fideos con caldo sobrante.
FAQ – Preguntas frecuentes
¿Cuánto duran las sobras de carnes cocidas en la nevera?
Carnes cocidas de 3-4 días.
¿Cuánto duran los guisos en salsa en la nevera?
Los guisos en salsa pueden durar en la nevera hasta 5 días.
¿Cuánto duran las sobras de verduras cocidas en la nevera?
Las verduras cocidas no tienen que pasar de los 2 días en la nevera.
¿El arroz cocido se puede reciclar?
El arroz cocido tiene riesgo con el «Bacilus cereus», si no se refrigera rápido.
¿Cómo congelar las sopas?
Puedes usar bolsas de cubitos de congelación, tapers de congelación, flaneras de silicona individuales. Es conveniente que ajustes con previsión las medidas para descongelar en cada uso.
El futuro ya está aquí: ¡La revolución contra el desperdicio de alimentos ha comenzado!
Fíjate qué tiempos estamos viviendo. Antes, lo de aprovechar la comida era más por necesidad, como te contábamos con las migas y las sopas de ajo. Pero ahora, con todo lo que se tira en el mundo, se ha convertido en una necesidad ¡pero a lo grande! Y lo mejor de todo es que hay gente muy inteligente y con muchas ganas de cambiar las cosas, inventando ideas súper originales.
Tu móvil, tu aliado contra el despilfarro:
¿Te imaginas poder salvar comida rica que iba a acabar en la basura con solo un clic? Pues eso es lo que hacen aplicaciones como Too Good To Go aquí en España. Un montón de panaderías, restaurantes, supermercados… ponen a la venta a precios de risa esos productos que les sobran del día. Tú los compras a través de la app y vas a recogerlos. ¡Es como una sorpresa deliciosa y encima estás ayudando un montón! Es una manera súper fácil y moderna de decir «no» al desperdicio.
¡La belleza está en el interior y en la fruta «fea»!

¿Quién dijo que una fruta o una verdura tiene que ser perfecta para estar rica? algunos lo tienen clarísimo. Ellos recogen esa fruta y verdura que a lo mejor no tiene la forma ideal o algún pequeño defectillo, pero que está igual de buena y sana, ¡y la venden a precios mucho más bajos! Así ayudan a los agricultores a no perder su cosecha y a nosotros nos dan la oportunidad de comer sano y barato. ¡Una idea genial que nos enseña que no hay que juzgar un libro por su portada, ni una manzana por su forma!
Cuando el «residuo cero» se convierte en alta cocina:
Y luego están los restaurantes que se toman esto del aprovechamiento súper en serio. ¡Estos chefs son unos artistas! Van a los mercados y en lugar de solo comprar lo «bonito», se fijan en esos ingredientes que otros desechan. Con esas «sobras» creativas, preparan platos increíbles y llenos de sabor. Es una manera de demostrar que con imaginación y respeto por los alimentos, se puede hacer alta cocina sin generar apenas residuos. ¡Una lección para todos!
Así que ya ves, el futuro de la cocina de aprovechamiento no es solo una moda, ¡es una revolución! Gracias a estas ideas y a mucha gente con ganas de cambiar las cosas, estamos aprendiendo a darle valor a cada alimento y a ser mucho más conscientes de lo que comemos. ¡Y eso es una gran noticia para todos! ¿No te parece que el futuro pinta delicioso y sostenible?
La cocina de aprovechamiento es un acto de respeto a los alimentos y a quienes los producen. ¿Y tú?, Cuéntanos tu receta más creativa con sobras usando el hashtag #ResiduosConSabor y menciona a @guisarconreceta

Guisar con Receta